El artista plástico Salvador Jiménez-Donaire, quien formó parte de la decimoquinta promoción de jóvenes creadores de la Fundación Antonio Gala, protagoniza la exposición individual Quietud cumplida en las salas de la Catedral de Cuenca, abierta hasta el día 10 de enero de 2020. Se trata de un proyecto de pintura y dibujo que examina la repetición y la lentitud como estrategias creativas para maximizar nuestra experiencia perceptiva dentro de un contexto sociocultural que comprime el tiempo (por aceperación) y automatiza la mirada (por saturación). Quietud cumplida persigue la disolución entre gráfica, presente en el trazado obsesivo de las líneas, y plástica, en el uso de veladuras y una gama cromática reducida. La muestra reúne una treintena de obras en papel japonés de alto gramaje sujetas mediante imanes de neodimio, de modo que las obras se presentan desnudas sobre el muro.
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