La escritora Carla Nyman, quien fue residente de la decimoséptima promoción de jóvenes creadores de la Fundación Antonio Gala, es responsable de la dramaturgia de la obra Yo solo vine a ver el jardín, que se representa los días 24 y 25 de julio en el espacio Nave 73 (C/ Palos de la Frontera, 5) de Madrid, a partir de una obra escrita en el siglo XVII. Interpretada por Lluna Issa Casterà, se trata de una experiencia experimental a partir de la obra de Feliciana Enríquez de Guzmán, en la que Aglaya dará testimonio de un monólogo incómodo, macarra y a veces naïf, para mirar de cerca la enfermedad y festejar el sexo y el cuerpo. La condición es dinamitar toda una vida que poco tiene que ver con las verdaderas aspiraciones. Entonces, el plan es el siguiente: encerrarse en el jardín y empezar una correspondencia arrolladora con seis hombres a la vez, en una exploración íntima en torno al placer y al autoplacer, al límite de la existencia. “No es a vosotros a quienes busco. Es este deseo. Algo más profundo e irreal que un simple hombre. Porque el cuerpo tiene una memoria prehistórica. Y es insaciable”. Yo solo vine a ver el jardín está producida por el colectivo amor & rabia.
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